Carta para quien la queira leer

Hola, que tal ?

Aquí es una de esas tarde de agosto en las que la ciudad se vuelve pueblo, según una magia que se repite cada verano. Muchos se largan, se ponen en autopistas, cogen trenes o aviones, y aquí quedamos unos pocos que de repente nos volvemos a dar los buenos días por la calle. Como si fuera un pueblo. La vida se hace más tranquila, los tiempos relajados y las mismas tareas cotidianas que te habían aburrido durante el invierno, ahora tienen una frescura nueva. Y yo siento que todo esto me hace bien, siento que finalmente me permite conectar con la parte de mí que anhela simplicidad y necesita calma para poner en orden los pensamientos. Y en esta época se han amontonado muchos.


He bajado a la terraza para disfrutar plenamente de la luz amarilla del atardecer y de los ruidos de la calle, que poco a poco se vuelven de diurnos a nocturnos. Y he puesto 'First between 3rd and 4th', de Joshua Radin, uno de esos discos con los que empiezas a caminar por una New York otoñal, con las hojas que caen alrededor tuyo, y si tienes suerte encuentras a la mujer de tu vida antes que la canción se acabe.


Muchos pensamientos que ordenar, decía, que nacen de una época muy positiva. Aprendí mucho de mis últimos fracasos y ahora tengo bastante coraje para enfrentarme a la felicidad. Aunque de vez en cuando hablo con alguna persona que sabe tocar mis cuerdas más intimas y de repente me entran ganas de jugármelo todo y salir buscando nuevas aventuras. Quizás - me pregunto - no seamos como bolas que botan por la vida, hasta encontrar su equilibrio en algún lugar.


Mientras espero que mi bola personal encuentre su descanso, me quedan unas semanas de 'vida de pueblo' que disfrutar y luego sueño con otro viaje. A finales del año, si tiempo y dinero alcanzarán, cogeré el camino rumbo al sur este asiático e iré a conocer Camboya, Laos y Vietnam. El viaje en solitario a Cuba ha abierto un mundo y hasta que no vuelva a encontrar otro compañero con el que compartir una experiencia así, mola viajar sólo.


Te envío un abrazo muy fuerte.
Hasta pronto,
Daniele